Si te preocupa cómo puedes hacer natación con diabetes de manera segura, tienes que seguir leyendo este artículo.

Nadar, ya sea en el mar o en la piscina, es uno de los ejercicios más completos que se pueden realizar para mantenerse en forma. Esto se debe a que, para poder nadar, se utilizar muchos músculos que pertenecen a partes diferenciadas del cuerpo, como por ejemplo músculos en la espalda, extremidades o abdomen. Si te he convencido para hacer natación con diabetes, no puedes perderte este artículo, porque te explica como hacerlo de manera segura.

¿Natación con diabetes? ¡Claro que si!

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La natación es un ejercicio aeróbico, por lo que está especialmente recomendado para personas con diabetes, ya que es de intensidad baja o media y de larga duración. Prueba de esto es Gary Hall, ganador de 10 medallas olímpicas, al que le diagnosticaron diabetes tipo 1 cuando tenía 24 años. Para Hall, la diabetes supuso un frenazo en su carrera, pero no fue una parada definitiva. Después de unos meses sin entrenar, volvió al agua, y consiguió clasificarse para los juegos olímpicos de Sydney en el año 2000, donde logró su primera medalla de oro individual.

Es importante recordar que la diabetes no impide que puedas hacer cualquier tipo de deporte, ¡ocurre justo al revés! Hacer deporte con diabetes tiene un montón de beneficios como por ejemplo prevenir las enfermedades cardiovasculares, fortalecer los músculos o mejorar la resistencia y producción de insulina. Además, si tienes que perder peso, la natación también te va a venir muy bien. Esto se debe a que debajo del agua, la sensación de peso es menor, por lo que te costará menos moverte y el número de calorías que quemarás será mayor.

Sin embargo, a pesar de que la natación sea un ejercicio ideal, al tratarse de un deporte en el que el gasto enérgico es elevado, los niveles de glucemia pueden alterarse. Es recomendable tenerlos siempre bajo control con asistentes como Cori, que te ayudarán a conocer mejor cómo reacciona tu cuerpo y a llevar tu diabetes por las riendas.

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Consejos para hacer natación con diabetes

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Si la natación es tu elección para mantenerte en forma con diabetes, te voy a dejar unos cuantos consejos que te serán de utilidad cuando comiences a entrenar:

Mide siempre tus niveles de glucosa antes y después de hacer natación con diabetes

Para evitar variaciones extremas en tus niveles de glucemia, es recomendable que te midas antes de entrar a la piscina para saber si estas en los niveles correctos para hacer deporte y que lo repitas también al salir. Esto último te dirá cómo te afecta el ejercicio al azúcar en sangre.

Haz pequeños parones

Si vas a entrenar durante mucho rato seguido por que tienes cerca una competición, es recomendable que, más o menos durante cada hora, salgas de la piscina para medirte los niveles. De esta manera te asegurarás de que sigues en los correctos y, en caso de que estés muy alto o muy bajo, puedes corregirlo.

Ante cualquier duda, consulta con tu médico

El especialista es el que mejor conoce tu diabetes. Mantenerle al tanto de que te vas a iniciar en la aventura de hacer deporte será un punto clave para que juntos podáis preparar una dieta adecuada y para que tu medicación sea la correcta al esfuerzo físico que vayas a realizar.

Informa a tu entrenador

Haz saber a tu entrenador que tienes diabetes y explícale cómo debería actuar en caso de emergencia. Esto te permitirá poder entrenar de manera segura y parar las veces que sea necesario.

¡Hidrátate!

Aunque no lo parezca por que estás en el agua, mientras nadas quemas calorías y, por lo tanto, pierdes líquido corporal, por lo que es importante que trates de mantenerte hidratado durante los entrenamientos.

¿Qué hago para que no se me despegue el sensor?

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Si lo que te preocupa es que se te despegue el sensor, no te preocupes, tienes diferentes opciones y seguro que hay alguna que se adapta a tus necesidades y preferencias.

  • Consulta las condiciones del fabricante: Este sin duda es el primer paso. Cada sensor puede estar sumergido durante un periodo de tiempo diferente que depende del fabricante. Consúltalo antes de tirarte a la piscina.
  • Fijadores: Si vas a nadar de continuo hay en el mercado unos productos fijadores, que pueden ser líquidos o en espray, que se aplican antes de colocar el sensor, y mejoran su adherencia.
  • Espráis externos: Esta opción es parecida a la anterior, sin embargo, los espray se pulverizan posteriormente a colocar el sensor y crean una capa que protege la piel entorno a este.
  • Cintas adhesivas: Si quieres algo más consistente, puedes optar por las cintas adhesivas. Tienes de todo tipo: cita adhesiva hipoalergénica, apósitos, vendas adherentes… ¡de todo!
  • Una combinación de los anteriores: Si vas a nadar continuadamente y quieres tener un extra de seguridad, ¡prueba a juntar las opciones! Quizá te funcione utilizar fijadores y cinta o espray y fijadores.

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