Si tienes diabetes, administrar el estrés es una parte importante para mantener una buena salud. Los niveles altos de estrés pueden llevar a niveles altos de azúcar en la sangre y pueden hacer más difícil administrar tu diabetes. En este blog, exploraremos algunas estrategias para administrar el estrés cuando tienes diabetes y proporcionaremos consejos para incorporar estas estrategias a tu rutina diaria.
Ejercítate regularmente

La actividad física es una excelente forma de reducir el estrés y mejorar tu salud general. Anímate a al menos 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada, como caminar rápido o andar en bicicleta, todos los días. El ejercicio puede ayudar a liberar endorfinas, que son químicos en el cerebro que actúan como analgésicos naturales y elevadores de ánimo. El ejercicio también puede ayudarte a dormir mejor y reducir la ansiedad. Si eres nuevo en el ejercicio o tienes limitaciones físicas, considera comenzar con actividades de bajo impacto como el yoga o el tai chi.
Practica ejercicios de relajación

La respiración profunda, la meditación y el yoga son todas formas efectivas para relajarse y manejar el estrés. Estas técnicas pueden ayudarlo a limpiar tu mente y concentrarse en el momento presente, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar su bienestar general. La respiración profunda implica tomar lentas y profundas respiraciones a través de la nariz y salir por la boca. Esto puede ayudar a reducir la frecuencia cardíaca y relajar los músculos. La meditación implica enfocar su atención en un objeto, pensamiento o actividad específicos para entrenar su mente para estar más presente y consciente. El yoga combina posturas físicas, técnicas de respiración y meditación para mejorar la flexibilidad, la fuerza y la relajación.
Duerme lo suficiente

La falta de sueño puede contribuir al estrés y hacer más difícil controlar su diabetes. Duerme entre 7 y 9 horas de sueño cada noche y cree una rutina relajante para ayudarte a relajarte. Evite las pantallas (por ejemplo, televisión, teléfono, computadora) por lo menos una hora antes de acostarte, ya que la luz azul que emiten puede interrumpir el ciclo natural de sueño-vigilia de su cuerpo. Considera leer un libro o escuchar música relajante antes de acostarse en lugar de eso. Si tienes problemas para quedarte dormido, intenta establecer un horario de sueño consistente, mantener un ambiente de dormitorio fresco y oscuro y evitar la cafeína y el alcohol cerca de la hora de acostarse.
Come una dieta saludable

Una dieta saludable puede ayudarlo a controlar el estrés y mantener un buen control de la glucosa en la sangre. Apunte a una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Evita los alimentos azucarados y procesados, que pueden causar picos de azúcar en la sangre. En cambio, elige alimentos ricos en fibra, ya que la fibra ayuda a ralentizar la absorción de azúcar en la sangre. Los carbohidratos complejos, como los frijoles, lentejas y granos enteros, también son buenas opciones ya que proporcionan energía sostenida y ayudan a mantener los niveles de azúcar en la sangre estables.
Busca apoyo

Si te sientes abrumado, puede ser útil hablar con alguien en quien confíes sobre tus sentimientos. El apoyo de amigos, familiares o un profesional de salud mental puede ser incalculable para manejar el estrés. Compartir tus sentimientos y buscar orientación de otros puede ayudarte a sentirte menos solo y más equipado para enfrentar situaciones desafiantes. Si tienes dificultades para lidiar con el estrés por tu cuenta, considera buscar apoyo de un profesional de salud mental, como un terapeuta o consejero.
La gestión del estrés es una parte importante para mantener una buena salud cuando se tiene diabetes. Al incorporar estas estrategias en tu rutina diaria, puede mejorar el manejo del estrés y mejorar su bienestar general. Es importante recordar que las necesidades de gestión del estrés de cada persona son diferentes, y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Si tienes dificultades para manejar tu estrés, no dudes en buscar ayuda. Su equipo de atención médica y profesional de salud mental pueden ayudarle a desarrollar un plan de gestión del estrés personalizado que funcione para usted.