Millones de personas en todo el mundo están afectadas por la extendida enfermedad crónica conocida como diabetes tipo 2. Esto sucede cuando el cuerpo desarrolla resistencia a las acciones de la insulina, una hormona pancreática que controla los niveles de azúcar en la sangre. Con el tiempo, el páncreas puede tener dificultades para generar suficiente insulina para controlar los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede resultar en niveles altos de azúcar en la sangre y un mayor riesgo de desarrollar una serie de problemas de salud.
Aumento de la sed, frecuente micción, visión borrosa, agotamiento, lenta cicatrización de heridas y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud son todos signos de diabetes tipo 2. La diabetes tipo 2 puede causar graves problemas de salud como daño nervioso, ceguera, fallo renal y amputación si no se aborda.
Diagnosticar la enfermedad
- Prueba de Glucosa en Plasma en Ayunas (FPG): Esta prueba mide la cantidad de glucosa en su sangre después de un ayuno nocturno. Un nivel de azúcar en la sangre de 126 mg/dL o más indica diabetes.
- Prueba de Hemoglobina A1C: Esta prueba mide el nivel promedio de azúcar en la sangre durante los últimos 2-3 meses. Un resultado de 6.5% o más indica diabetes.
- Prueba de Tolerancia a la Glucosa Oral (OGTT): Esta prueba mide la capacidad del cuerpo para procesar la glucosa después de beber una bebida azucarada. Un nivel de azúcar en la sangre de 200 mg/dL o más 2 horas después de la prueba indica diabetes.
Control de la diabetes de tipo 2
Los niveles de glucosa en la sangre deben ser monitorizados constantemente para poder manejar adecuadamente la diabetes tipo 2, y se deben hacer los ajustes necesarios en el estilo de vida. Las personas con diabetes pueden controlar eficazmente su enfermedad usando las herramientas y enfoques enlistados a continuación:
- Autocontrol de los niveles de azúcar en sangre: es una parte importante del control de la diabetes de tipo 2. Puede realizarse utilizando un medidor de glucosa en sangre doméstico. Controlar los niveles de azúcar en sangre con regularidad ayuda a las personas con diabetes a comprender cómo los diferentes alimentos, actividades y medicamentos afectan a sus niveles de azúcar en sangre, y a realizar los ajustes necesarios en su plan de tratamiento.
- Revisiones periódicas con un profesional sanitario: son importantes para evaluar el control de la diabetes y detectar y tratar cualquier complicación que pueda surgir. Durante estas revisiones, los profesionales sanitarios pueden realizar un examen físico, revisar los resultados de las pruebas y hacer recomendaciones para el tratamiento.
- Cambios saludables en el estilo de vida: Realizar cambios saludables en el estilo de vida, como seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y dejar de fumar, puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre y prevenir la aparición de complicaciones. Seguir una dieta equilibrada baja en azúcares simples y rica en fibra puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre, mientras que la actividad física regular puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
- Medicamentos: Además de los cambios en el estilo de vida, también pueden ser necesarios medicamentos para controlar los niveles de azúcar en sangre y prevenir la aparición de complicaciones. Los medicamentos más utilizados para tratar la diabetes de tipo 2 son la metformina, las sulfonilureas, las meglitinidas, las tiazolidinedionas, los inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4), los inhibidores del cotransportador sodio-glucosa 2 (SGLT2) y los agonistas de los receptores del péptido 1 similar al glucagón (GLP-1).
Lo hacemos fácil
Únete a nuestra newsletter semanal y aprende como mejorar tu salud general
Las enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, deben controlarse y tratarse continuamente. Los diabéticos pueden controlar eficazmente sus niveles de azúcar en sangre y reducir el riesgo de problemas consultando con frecuencia a un profesional sanitario y realizando los ajustes adecuados en su estilo de vida. Para mantener unos niveles sanos de azúcar en sangre y un bienestar general, es fundamental someterse a pruebas, revisiones y tomar la medicación con regularidad.
